A la hora de emprender un nuevo proyecto o profesionalizar una actividad ya en marcha, una de las primeras preguntas que surgen es: ¿me doy de alta como autónomo o creo una Sociedad Limitada (SL)? La elección del tipo de figura jurídica es clave, ya que afecta tanto al funcionamiento del negocio como a las obligaciones fiscales, responsabilidades legales y optimización de impuestos.
En este artículo analizamos las diferencias entre ser autónomo y constituir una SL, sus pros y contras, y cómo tomar la mejor decisión según tu actividad.
¿Qué significa ser autónomo o tener una Sociedad Limitada (SL)?
Un autónomo es una persona física que trabaja por cuenta propia y responde personalmente con su patrimonio ante las deudas del negocio. Es una opción ideal para quienes están empezando, con ingresos moderados y una estructura de negocio sencilla.
Por otro lado, una Sociedad Limitada es una persona jurídica independiente del emprendedor. Requiere más trámites para su constitución, pero permite separar el patrimonio personal del empresarial, ofreciendo mayor protección legal y una imagen más profesional ante terceros.
Ventajas y desventajas de ser autónomo
Ser autónomo sigue siendo una de las formas más utilizadas para emprender en España, especialmente en las primeras etapas de un proyecto. Su simplicidad y bajo coste la convierten en una opción atractiva para quienes inician su actividad económica o desean probar un modelo de negocio sin asumir excesivos riesgos ni trámites burocráticos y complejos.
Si todavía no sabes en qué momento es obligatorio empezar como autónomo, te lo explicamos paso a paso en este artículo del blog.
Ventajas de ser autónomo
- Agilidad en el alta y menor carga administrativa
Darse de alta como autónomo es un proceso rápido y, con AVANZA Gestores no tiene coste. Además, la gestión fiscal y contable es más sencilla, puesto que, no es obligatoria la conciliación bancaria aunque sí muy recomendable. - Costes iniciales reducidos
No se exige capital mínimo ni intervención notarial. - Tarifa plana y ayudas autónomos
La tarifa plana de la Seguridad Social y otras ayudas para autónomos permiten iniciar la actividad con menos presión económica. - Control total del negocio
La gestión del día a día recae en una única persona, sin necesidad de socios ni estructura empresarial. - Ideal para proyectos personales o facturación baja
Es una opción eficiente si se prevé un volumen de ingresos reducido o si se está validando una idea de negocio.
Desventajas de ser autónomo
- Responsabilidad ilimitada
Respondes con tu patrimonio personal frente a cualquier deuda. - Fiscalidad progresiva
Los ingresos tributan por IRPF en tramos, lo que puede suponer un tipo impositivo más alto conforme crecen los beneficios. - Menor acceso a financiación o grandes contratos
Algunos proveedores o licitaciones públicas exigen operar bajo forma societaria. - Menores opciones de crecimiento estructurado
Incorporar socios o escalar el negocio es más limitado en comparación con una SL.
Ventajas y desventajas de una SL
Cuando el volumen de facturación empieza a crecer, o el proyecto implica a más personas, constituir una Sociedad Limitada suele ser la vía más recomendable. De hecho, si estás valorando esta opción desde el inicio de tu actividad, puede ayudarte mucho leer esta guía práctica: ¿Autónomo o SL? ¿Qué elegir para iniciar mi proyecto empresarial?.
Ventajas de una Sociedad Limitada
- Responsabilidad limitada
Solo se responde con el capital social aportado. - Fiscalidad más eficiente a partir de cierto volumen de ingresos
El tipo general es del 25% o del 15% para entidades de nueva creación o pymes. Tipos reducidos para pymes y micropymes. - Mejor percepción ante clientes e inversores
La SL transmite más confianza, especialmente en sectores B2B. - Mayor capacidad para crecer
Permite incorporar socios, repartir participaciones y acceder a financiación o inversión.
Desventajas de una Sociedad Limitada
- Costes de constitución y gestión más elevados
Requiere escritura notarial, registro y capital mínimo de 3.000 €. - Mayor carga administrativa y obligaciones fiscales de una SL
Contabilidad completa, presentación de libros oficiales y cuentas anuales. - Menor flexibilidad operativa
Las decisiones estratégicas deben tomarse en conjunto si hay más de un socio.
¿Qué opción me conviene más según mi actividad?
No existe una única respuesta válida. Si tu proyecto es individual, de bajo riesgo y con ingresos limitados, probablemente empezar como autónomo sea suficiente. En cambio, si tu negocio está creciendo, necesitas limitar tu responsabilidad o trabajar con clientes más exigentes, una SL te ofrecerá más seguridad y posibilidades de expansión.
Analizar tus ingresos esperados, los riesgos asociados, el perfil de tus clientes, la actividad que realizas y la posibilidad de escalar el negocio son claves para elegir con criterio.
Y si no quieres tomar esta decisión solo, en AVANZA GESTORES te ayudamos a evaluar cuál es la figura jurídica que mejor se adapta a tu caso. Nuestra asesoría online especializada para autónomos y pymes combina un servicio cercano con todas las ventajas de la digitalización: trámites simplificados, gestión fiscal integral y un asesor personal que te acompaña desde el inicio de tu actividad.
Obligaciones fiscales y impuestos para autónomos y SL
Costes fiscales: impuestos de autónomos vs. impuestos de una sociedad limitada
Ambas figuras tienen obligaciones fiscales, pero difieren en su estructura tributaria:
Para los autónomos:
- Pagan el IRPF según una escala progresiva que puede alcanzar hasta el 47%.
- Presentan declaraciones trimestrales de IVA e IRPF (modelo 130 o 131).
- Están sujetos al régimen general o simplificado del IVA.
- Están obligados a presentar libros contables simplificados.
Para una Sociedad Limitada:
- Tributan por el Impuesto de Sociedades (IS), al 25% de los beneficios (15% para nuevas sociedades durante los dos primeros años).
- Deben llevar contabilidad completa y depositar cuentas anuales en el Registro Mercantil.
- Están sujetas al IVA como cualquier actividad económica.
- Presentan el modelo 200 (Impuesto de Sociedades), pagos fraccionados (modelo 202), entre otros.
Obligaciones fiscales de una SL: puntos clave
- Contabilidad completa con libros oficiales.
- Declaraciones trimestrales y anuales de IVA, IRPF, IS.
- Legalización de libros y depósito de cuentas en el Registro Mercantil.
Conclusión
Tanto el régimen de autónomo como la creación de una SL son fórmulas válidas, pero con implicaciones muy distintas. La mejor elección dependerá de tu situación concreta y tus objetivos a corto y medio plazo.
Si no sabes por dónde empezar, en AVANZA Gestores te ayudamos a valorar cada opción desde el punto de vista fiscal, legal y operativo. Contamos con asesores personales que te acompañan desde el primer día, nos encargamos de tus impuestos como autónomo o como sociedad limitada, y digitalizamos toda tu gestión para que puedas centrarte en lo más importante: hacer crecer tu negocio.
Preguntas frecuentes sobre autónomos y sociedades limitadas
¿Quién paga más impuestos, una SL o un autónomo?
Depende del nivel de ingresos. En general, un autónomo puede pagar más conforme sus beneficios aumentan, ya que tributa por IRPF en tramos progresivos. Una SL tributa a un tipo fijo del 25 %, por lo que a partir de cierto umbral, suele resultar más eficiente fiscalmente.
¿Qué es mejor, ser SL o autónomo?
No hay una opción mejor para todos los casos. Ser autónomo ofrece más flexibilidad al iniciar, mientras que la SL aporta protección patrimonial, mejor imagen ante terceros y opciones de crecimiento. La decisión debe ajustarse a tu perfil, nivel de ingresos y tipo de actividad.
¿Cuándo es obligatorio pasar de autónomo a SL?
Será obligatorio el alta como autónomo societario cuando se cumplen ciertos requisitos relacionados con tu participación y funciones en una sociedad (generalmente una Sociedad Limitada, S.L.). A modo resumen:
- Participación societaria mayoritaria
· Tienes el 25% o más del capital social y trabajas en la sociedad (realizas funciones laborales o de gestión).
· Si trabajas y convives con un socio que tiene el 50% o más del capital social, también se considera que tienes control efectivo.
2. Administrador de la sociedad
· Si eres administrador único, o formas parte del consejo de administración de la sociedad.
· Aunque no tengas participación en el capital, si ejerces funciones ejecutivas, la Seguridad Social puede considerarte autónomo societario.
3. Ejercicio efectivo del control
· Aún sin superar el 25% de participación, si la Agencia Tributaria o la Seguridad Social considera que tienes el control efectivo sobre la empresa (por ejemplo, por vínculos familiares o por decisiones que tomas), puedes estar obligado a darte de alta.
¿Qué tipo de sociedad paga menos impuestos?
Las sociedades limitadas pueden tributar menos si el beneficio es elevado, gracias al tipo fijo del Impuesto de Sociedades. Sin embargo, también hay que considerar otros costes como la retribución del administrador o la doble tributación si se reparten dividendos.
¿Puedo tener una SL y seguir siendo autónomo?
Sí. Es posible ser socio o administrador de una SL y, a la vez, estar dado de alta como autónomo si se realiza una actividad económica por cuenta propia distinta. También es habitual que el administrador de una SL esté en el RETA.
¿Cuando hacienda puede considerar que tengo una sociedad interpuesta?
Una sociedad interpuesta es una sociedad creada o utilizada con la finalidad de interponerla entre una persona física y los ingresos que realmente le corresponden, con el objetivo de tributar menos en el Impuesto sobre Sociedades (25%) en lugar del tipo impositivo más alto del IRPF (que puede alcanzar el 47% en la base general). Hacienda puede sospechar de una sociedad interpuesta si se dan las siguientes circunstancias:
1. Actividad profesional realizada por la persona física
- El socio (normalmente administrador único) es quien presta el servicio personal, y la sociedad no tiene medios materiales ni humanos suficientes para desarrollar la actividad por sí sola.
2. Retribución desproporcionada
- El socio apenas pone nómina o cobra poco como salario, mientras la sociedad retiene la mayor parte de los beneficios y tributa por el 25%.
- Hacienda puede recalificar esto como una renta de trabajo personal.
3. Ausencia de riesgo empresarial real
- No hay un riesgo asumido por la sociedad como entidad. Por ejemplo, todos los ingresos vienen de un único cliente que contrata específicamente al socio, no a la empresa.
4. Reinversión de beneficios dudosa
- Si los beneficios no se reinvierten en la empresa y se destinan a gastos personales (coches, viajes, vivienda…), Hacienda puede entender que se trata de una interposición abusiva.
¿Se puede tener una SL sin empleados?
Sí. Una Sociedad Limitada puede operar sin plantilla, incluso si solo tiene un socio que también es administrador. Es habitual en profesionales que quieren proteger su patrimonio o proyectar una imagen más empresarial.
¿Cuánto cuesta mantener una SL al año?
Los costes incluyen la contabilidad obligatoria, presentación de impuestos, gestoría especializada, seguros y, en su caso, retribución del administrador. Aproximadamente, pueden oscilar entre 1.200 y 2.000 euros anuales, según la complejidad.
¿Puedo cambiar de autónomo a SL sin perder mi nombre comercial o actividad?
Sí. Puedes constituir una SL y transferir tu actividad, clientes y activos, manteniendo incluso el mismo nombre comercial si lo registras como marca. El proceso requiere un traspaso formal bien planificado.
¿Qué obligaciones tengo como administrador de una SL?
El administrador tiene la responsabilidad de representar legalmente a la empresa y velar por su buena gestión. Debe cumplir con plazos fiscales, contables y mercantiles, y puede responder personalmente si hay negligencia o fraude.